23 noviembre 2006

Surfeando por las olas del espacio

Lamento ser tan prosaica en mi entrada. No llevo una temporada prolífica sino todo lo contrario.

He caído en la redes de Telefónica. Cambio de ordenador, a un portátil, y he contratado ADSL wifi. Ahora ya podré hacer pruebas e inventos con nuestro barandal, pero sin cargarme nada. Porque me han dicho que hay unos programitas que te bajan todo el blog al ordenador, para trabajar en local, y cuando estás seguro de lo que has hecho lo puedes subir sin riesgo a perder e?es por el camino, ni otros signos de esos que sólo notas su importancia cuando de repente, desaparecen de la página sin dejar rastro.

Tengo Ferdidurke. Es mío. Lo he comprado.
Pero aún no lo he hecho mío. No he llegado ni a la página diez.
Espero empaparme el próximo martes, con vuestras intervenciones.

Hoy he estado en el Centro de Arte Moderno.
Exposición en torno a Julio Cortazar.

Me llevé una agradable sorpresa: Mariángeles Fernández estaba allí, era una de las artífices de la exposición que giraba en torno a una investigación suya y muchas fotos por Italia, de su cámara.

La exposición surgió por un poema de Luisa ?Jodorowsky?, argentina, que envía a Cortazar. Cortazar, separado, lo recibe en su casa de París y, emocionado, se sienta y le escribe una carta. En realidad la exposición surgió por el hallazgo de la carta de Cortazar a Luisa. A partir de allí comienzan a investigar y contactan con Luisa, quien reconoce que la carta está dirigida a ella y que es la autora del poema. Mariangeles viaja a Roma y hace fotos de varios sitios significativos de la vida de Cortazar en Roma y mencionados en esa carta.

Fue muy, muy interesante. A la inauguración de la exposición asistió la poeta, Luisa, que contó alguna anécdota de su relación con Cortazar.

Os la recomiendo. El Centro de Arte Moderno --peque?ito-- está en c/Gobernador 25, en el Barrio de las Letras, llegando al P? del Prado. (Veamos si mantenemos el símbolo "?", o lo hemos perdido también en el naufragio).

21 noviembre 2006

Después de haber leído vuestras valiosas y polémicas aportaciones sobre trama y final, y apuntando en otra dirección, se me ocurre algo más.
Hace poco fui a ver una exposición de arte fractal y creo reconocer en la novela una estructura muy parecida a esos insólitos cuadros, que también tienen que ver con la teoría del caos.
"Un fractal es un objeto geométrico cuya estructura básica se repite en diferentes escalas. El término fue propuesto por Benoît Mandelbrot en 1975. En muchos casos los fractales pueden ser generados por un proceso recursivo o iterativo capaz de producir estructuras autosimilares independientemente de la escala específica. Los fractales son estructuras geométricas que combinan irregularidad y estructura".

15 noviembre 2006

Cosmos, la trama, y otros pollos


De las definiciones de trama que contempla el diccionario de la RAE, podemos elegir dos. La primera, susurra ecos jamesianos: conjunto de hilos que, cruzados y enlazados con los de la urdimbre, forman una tela. El autor de Otra vuelta de tuerca utilizaba el símil de la tela para explicar cómo se debía escribir una novela. La segunda (cuarta para la RAE) y menos evocativa nos dice: disposición interna, contextura, ligazón entre las partes de un asunto u otra cosa, y en especial el enredo de una obra dramática o novelesca.

Aristóteles, en la Poética, epígrafe XVIII, nos instruía:
“Son propios de toda tragedia tanto el nudo como el desenlace. Lo de fuera y algunas cosas de dentro son muchas veces el nudo, y lo demás el desenlace. Digo que es nudo, la parte desde el principio hasta esa parte que es el extremo a partir del cual se cambia a la felicidad o a la desgracia; y desenlace, la parte desde el comienzo del cambio hasta el final.
Antes, en el epígrafe VIII (30), afirmaba:” Es preciso, entonces, que así como en las demás artes imitativas la imitación única lo es de una sola cosa, también la trama como imitación de una acción, lo sea de una sola y de toda ella y también es preciso componer las partes de los hechos de tal manera que, cambiada o anulada alguna parte, se transforme o modifique el todo. Pues aquello que, estando o no estando no hace nada notable, no es ninguna parte del todo”.

Y antes de irme a almorzar, releo:
“ Bertold Brecht, en sus críticas a la ortodoxia estética estalinista la había calificado indirectamente de aristotélica, porque, en efecto, los principios que exigía Luckács al realismo socialista, el de la unidad formal en la que deberían realizarse las contradicciones de la historia en la obra de arte; el de la unidad orgánica (concebida como trama de sucesos casualmente interrelacionados) así como su concepción del personaje como “ carácter típico”, es decir como héroe positivo “que expresara” el movimiento de las fuerzas sociales combinando la concepción arquetípica del personaje de Aristóteles con el carácter individualizado como tipo del realismo decimonónico para promover, así, la identificación con el héroe, por parte del lector…”.
“Brecht calificó su propia teoría del realismo de anti-aristotélica, lo cual era un modo de atacar a sus adversarios. BB ya no hace de la mimesis sino de la ruptura con este principio su alternativa estética desautomatizadora, experimental pero a la vez comprometidamente social: repudio de la trama interconectada, de la unidad y universalidad de la acción…”.

Adios, que se me enfría el pollo.

13 noviembre 2006

De novelas...

Arranque.
22. El martes me desperté a esa hora inanimada y nula en que la noche ya está por terminar y sin embargo todavía no ha nacido el alba. Descansaba en una luz turbia y mi cuerpo sentía un temor mortal que me oprimía el alma, y el alma a su vez oprimía el cuerpo..., y hasta la menor de mis partículas se contorsionaba en el presentimiento atroz de que no ocurriría nada, nada cambiaría, nunca pasaría nada, y aun cualquier cosa que se emprendiese no sucedería nada y nada. Los sue?os, que me habían despertado luego de molestarme durante la noche, explicaban las razones de ese espanto.

08 noviembre 2006

Pobres padres

No sé qué ocurrió en la tertulia del otro día, pero Cosmos termina a tiempo porque no tiene trama, lo que la vincula al Nouveau Roman. De hecho, creo que es un diario “novelizado”, donde solo importan el lenguaje- el uso constante de la homeología nos lleva a una cosmovisión repetitiva, enojosa, tediosa e inútil- y la Weltanschuung ( psicoanalista, surrealista, existencialista, mágica) de un Witold escritor, narrador y protagonista (ruptura del pacto ficción). Cosmos, con una estructura de monólogo helicoidal nos sumerge en las obsesiones de un héroe post-moderno, que un día salió de su casa para intentar aprobar un examen, al menos, y pasado el verano regresa, sin haber estudiado nada, de nuevo a su hogar: hoy en el almuerzo comimos pollo relleno.

Caos o Cosmos

Por mi parte, encantada de continuar con Gombrowicz pues el libro me pareció apasionante, pero tiene tantos simbolismos que va a ser muy apropiada una segunda apuesta por este autor para despejar dudas.
Cosmos: vocablo que viene del griego y significa, en general, sistema ordenado o armonioso.
Había hecho un resumen de lo que conté el martes y espero no ser demasiado caótica.
Los personajes del libro están inmersos en una lucha entre el caos y el orden. Cuando uno es ni?o o joven vive en el caos, es atrevido, gusta del riesgo. Al ir madurando, se reprimen los deseos, existe más inseguridad, más temores.
A través de los diferentes personajes, el autor describe la influencia de la familia, la religión, la escuela, el trabajo, el matrimonio, instituciones que van sometiendo al hombre a ese orden, a la forma. En definitiva, es la falta de libertad lo que posibilita un orden dentro del caos.
En la novela se pone en cuestión el intento de encontrar un sentido a la vida, de comprender la realidad, de llegar a conocernos y conocer a los demás, etc.
La realidad es construida a partir de la propia percepción y obsesiones. “El secreto de la relación entre las bocas era yo mismo, esa relación se realizaba en mi solo yo”, dice Witold, el narrador.
La comunicación con los demás es difícil, casi imposible. El lenguaje la entorpece, pues no sabemos realmente el significado de las palabras. ?Se puede llegar a saber lo que es la belleza, el amor? Gombrowicz emplea palabras inventadas, frases absurdas, incoherencias. Pienso que en eso enlaza con Ionesco.
Es obsesivo en la utilización del microcosmos y su contrapunto, el macrocosmos. Continuamente pasa de elementos insignificantes al cielo y a las nubes, en una búsqueda del orden. “?Cuántos significados podrían extraerse de esos cientos de hierbajos... y peque?os detalles? ... miré la casa y el jardín y esas grandes formas sintéticas me devolvieron el orden”.
El ambiente es opresivo: calor, objetos punzantes, cortantes, metálicos, oscuridad, suciedad.
Gran fuerza del paisaje y de los objetos. Recurre a la personalización. Se refuerza con ellos la sensación de soledad. “Uno está ausente... debido a las relaciones fragmentarias, caóticas, huidizas... con lo que nos rodea”.
Creo que, aunque los objetos nos ayudan a vivir, como dice Pepe, también nos someten a su tiranía y nos volvemos consumidores en lugar de seres humanos.
Es importante la presencia de la pulsión sexual. La represión sexual lleva a la violencia. Las relaciones se vuelven sadomasoquistas: “si deseaba matarla es porque ella me amaba”, dice Witold.
Fuks dise?a un juego de ruleta, aunque sabe que no servirá para nada: inutilidad de los actos, el azar, la arbitrariedad de los procesos para llegar a la forma.
Ludwik muere porque representa el orden, la forma: es meticuloso, educado, habla de la organización racional del mundo. Su suicidio me conecta con un artículo que leí hace unos días sobre la vida en Noruega, donde la vida es fácil, con una red de servicios sociales excelente, pero un índice de suicidios altísimo. Me imagino que ese mundo tan ordenado hace que se carezca de deseos y conduce a la muerte.
El libro comienza con sol pero todo está negro y termina con una noche luminosa, justo lo contrario. El diluvio arrastra y lava todo. Se acaban las fantásticas conjeturas, vuelven al mundo que los condiciona: “todo caía, se derrumbaba”.

07 noviembre 2006

Por alusiones


En Cosmos, el sol actúa como correlato objetivo. Parece que a Witold – protagonista, narrador y escritor-, el sol le afecta como a Meursault, el protagonista de El Extranjero, de Camus. Acaso la textura narrativa, al describir el calor, es menos expresiva que en El Extranjero. Witold asesina a un gato y Meursault a un árabe. Witold también se parece al protagonista de La Nausea, de Sartre. Como nos relata Sábato en el prólogo de Ferdydurke, Gombrowicz juega con las ideas del existencialismo: la nada, la libertad, la autenticidad y la angustia, pero en el caso de Cosmos la que le entra al lector con la inmadurez del protagonista.
Cosmos nos lleva al psicoanálisis, no hay que olvidar que Witold es un fetichista: la boca deformada de Katasia, la boca de Lena. Y las manos, manos, manos (por cierto, Homeología: figura del lenguaje, repetición enojosa, tediosa, o inutil). Pulsión sexual reprimida. La violación de un dormitorio. Eros y Tanatos. Y de la obra de Freud al surrealismo.Recuerdo a Max Ernst, quien podría haber dibujado el hilo – como en A la primera palabra pura, 1923- atado al pájaro y a la boca de Lena.

En fin, ahora llueve mucho.

?Donde están las e?es?

Convertidas en signos de interrogación, las e?es parecen haber sido metamorfoseadas por un aciago demiurgo. ?Se podrán algún día recuperar para la causa? Mientras tanto me alucino con la lectura de Ferdydurke cuya filosofía sobre la inmadurez me está llegando de un modo inesperado. Me gusta todavía más que Cosmos y entiendo que es muy congruente la lectura "seguida" de ambos libros para que los ánimos no se enfríen. El final, un tanto abrupto, de nuestra anterior tertulia dejó muchas puertas y ventanas abiertas que no hacen sino ventilar nuestras mentes y espíritus.
Nos faltó mucho por escuchar de Adla y todo de Ana que a estas alturas imagino ya formando parte del Caos. Nos faltó sobre todo la palabra de Pura, de Carmen y de Sara. La tertulia sobre Gombrowicz quedó abierta, y no queda más que retomarla. Y que Sara nos cuente lo de los correlatos, que yo tan malamente supe explicar. (Y, por cierto, algo que quería contar. El otro grupo convocó una proxima tertulia para fin de més, en cualquier fecha que no sea martes, por ser nuestro día. Hemos ganado la batalla.) Ahora tengo un poco de faringitis pero pronto se me va a pasar, lástima que no esté por aquí Lena para cuidarme.

05 noviembre 2006

Ejem...

... creo que me he cargado el blog.

Estaba intentando copiarlo al disco duro, para hacer copias digitales para todos, y me he cargado el formato. He estado intentando recuperarlo y creo que casi lo he conseguido. He recuperado casi todos los acentos, pero no consigo recuperar las "?".

Aunque sea muy tedioso, os pido si podéis repasar vuestras entradas para corregir las erratas que se hayan colado. Por ejemplo, todavía no he corregido los comentarios. (No tengo ADSL y mi línea va muy lenta).

?Lo siento!

01 noviembre 2006

Lena

Tal vez no fuera tan casquivana, pero estoy casi seguro de que se la pegaba a Ludwik, su marido, que era un soso.